¿EL CONSUMIDOR Y EL VINO EVOLUCIONAN?

30 de agosto 2023

Posiblemente, pero parece que no al mismo ritmo. A esa brecha le podemos llamar, anticipación.

Entonces, ¿Dónde queda la investigación e innovación?

En otros momentos he hecho énfasis en los cambios que vive el mercado consumidor de vino, inclusive recalco el fenómeno que deja pandemia en el consumo.

Otro dato cierto, es que las generaciones nacidas entre los años 1995 y 2000 no muestran mayor interés en el vino. Al menos no, de la forma tradicional.

Reitero que tanto para las nuevas generaciones o las nacidas mucho antes de los años señalados, hay que descomplicar el mundo del vino, hay que soltar los cordones. Dejar atrás tantas reglas innecesarias como éstas, “alimentos que no debes combinar con vinos, un vino joven no se decanta, la copa se toma por el tallo no por el cáliz, al vino no se le pone hielos, etcétera.”

Los "no" son barreras y esto debe ser superado, comenzando por los Sommeliers, quienes son los profesionales más cerca del consumidor.

El consumidor quiere disfrutar de la bebida, de los momentos, de la gastronomía. La mayoría no está interesada en sermones o adoctrinamientos cuando está disfrutando en un restaurante o en una cena privada.

Y, si lo quiere, va en busca de un curso de vinos presencial. Online inclusive.

El reto es trascender. El consumidor demanda practicidad, accesibilidad, provocación constante.

Los envases donde se pone el vino tienen mucho que ver con las tres palabras claves anteriores.

La tapa rosca viene ganando terreno. Hay que reconocer que gracias a los australianos.

El consumidor de vino la encuentra atractiva, sencilla y práctica.

Además, ha dejado atrás la falsa idea de que los vinos son de baja calidad.

Posiblemente, cuando no existía toda la información que existe hoy, el consumidor podría haber creído en muchas cosas que hoy se han desmitificado y superado, claro está. Esto es positivo.

Pensemos.

¿Hace mejor un vino en botella de vidrio con corcho que una botella de vidrio con una tapa rosca? ¿Es mejor vino aquel que está en una botella de vidrio pesada, que aquel que está en una botella más liviana? ¿Es mejor un vino que está envasado en un bag in box, que el que está en una lata? ¿Es mejor la lata que la botella o viceversa?

Podemos seguir planteando preguntas, pero el resultado será el mismo.

La respuesta, es no.

Si queremos hacer diferencia en el consumidor actual, hay que abrirse y apostar por nuevos formatos, además de la botella.

La demanda de vinos blancos, rosados y tintos en formato bag in box está creciendo aceleradamente alrededor del mundo. ¿Cuáles son las razones?

Una es la practicidad y relación calidad precio.

También. Es la mejor opción para la copa de vino de todos los días, al almuerzo, a la hora de la cena o para un pequeño picoteo de tarde. La seguridad de que el vino está protegido es una razón de peso aún mayor. Claramente, estamos de acuerdo de que no es lo mismo abrir una botella y beberla, que abrir una botella y tomar solo una copa. Sabemos que el vino no será el mismo al día siguiente o posteriores.

Entonces, ¿no es acaso una razón más de peso?

Ahora. Considera el siguiente imaginario:

Estás en un panel de cata a ciegas, tienes 7 copas frente a ti servidas, temperaturas idóneas todas, de un vino rosado joven, brillante, fresco, aromático, que se deja beber fácil y le va de película a una tortilla de patata, ensalada, un guiso, una brusqueta, un pincho de frutas, lo tú quieras. Cosas ricas que puedes llevar con facilidad a un picnic por mencionar algo.

En ese instante, no te imaginas lo que está pasando tras bambalinas. Ni un poquito.

Imagínate ahora que después de concluir con tus notas de cata, puntajes y de haber entregado tus fichas, en las cuales posiblemente indicaste añadas, variedades, procedencias y saber cuánto más; quedarás a la espera de los resultados.

Minutos después, los vinos que has catado serán presentados.

El momento tan esperado llegó, y lo que estás viendo en las pantallas no lo puedes creer; sientes que la tierra te traga.

Resulta y sucede que…

Aquellas 7 copas que cataste contenían el mismo vino. Era la misma añada. La misma variedad. El mismo origen. Lo que cambió fue el empaque donde ese vino se envasó.

Ahora, frente a ti, tienes una botella con corcho, una botella con tapa rosca, una lata, un bag in box, una caja de tetra brik, una botella de material reciclado, una botella de plástico PET, una botella de Tetra Glax.

¿Qué puedes decir ahora? ¿Qué piensas?

En definitiva, el camino es trascender, evolucionar, cambiar.

De eso trata la vida. Y el vino.

 

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